Sanidad y Propósito
El apóstol Pablo planteó las primeras disertaciones sobre Inteligencia Emocional hace más de 1900 años en su carta a la iglesia de Efeso: "Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo." (Efesios 4:31-32).
Esfuerzo y Valentía
Cuando el Señor nos dice Esfuérzate y Sé Valiente a través de la inerrancia de Su Palabra, además de referirse a que debemos Esforzarnos de acuerdo a nuestros Propósitos y Compromisos, también debemos Actuar en Fe y Valentía, confiando en Él y en el valor del que hemos sido provistos. La Falta de Valentía para alcanzar Nuestros Propósitos, desencadena un declive en nuestras emociones y por ende una vida sin fruto.
Edificando sobre Tierra Sana
Para Accionar Positiva y Proactivamente, debemos "quitar la suciedad de nuestra casa antes de edificar sobre ella". Cuando la ofensa no es perdonada, tal como lo propone Jesús en Lucas 17:4: “Aun si la persona te agravia siete veces al día y cada vez regresa y te pide perdón, debes perdonarla.", su consecuencia está también descrita en La Biblia, en Hebreos 12:15: "No sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados".
MI Posición en Dios
Desde esta posición en Dios, debemos Evitar todo Miedo y Temor, no solamente ante ciertas Fortalezas Físicas o Materiales, sino también contra esas Fortalezas Espirituales que, en alguna instancia, se convierten en Fortalezas Emocionales y Mentales. A través de nuestras Sesiones de Counseling y Consejería, proponemos entonces El Amor, La Gratitud y La Sabiduría como poderes que permiten labrar una verdadera Sanidad Emocional.
El Amor y la Gratitud
Como Ejercicio Constante del Amor, procuremos Aceptarnos sin Comparación, Darnos a otros sin Negación y Liberárnos con Perdón. Siendo también Agradecidos y Respetuosos en todo momento, Aprendiendo a Recibir, Reconociendo al Otro y Ofreciendo de aquello que sabemos y podemos dar. Eliminemos entonces de nuestro comportamiento toda Acción de Queja, Culpa y Crítica por toda Ofensa y Resentimiento, que puede convertirse en Amargura, la causa de un sin fin de enfermedades físicas y mentales.
